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¿ESI en las clases de Geografía?

¿Qué tiene que ver la Geografía con la ESI? ¿Cómo incluir la ESI en las clases de Geografía?


Magdalena Moreno, Profesora de Geografía (UBA), becaria doctoral del CONICET y Especialista en ESI (JVG), aporta claves para enseñar esta disciplina desde una perspectiva de género.

¿Qué tiene que ver la geografía con la ESI? ¿Hay una geografía feminista?


En la década de los 70 en los países hegemónicos anglosajones comenzó a desarrollarse una Geografía de la Mujer. Ésta fue incorporando el planteo de otras ciencias sociales, tomando la categoría del género para pensar las relaciones de poder entre diferentes grupos atravesados por un sistema de sexo/género. Así se conformó la Geografía de Género, que viene desarrollándose desde fines del siglo XX, pero, sobre todo, en la actualidad. Se trata de una geografía de la sexualidad. Sin embargo, este desarrollo no quiere decir necesariamente que esa producción a nivel académico, dentro de la ciencia geográfica, se haya traducido en la incorporación de la ESI en la geografía escolar.


Entonces, ¿qué tienen que ver la geografía y la ESI? Para responderla, primero hay que preguntarnos: ¿qué es la geografía escolar? La primera mirada que hay sobre la geografía responde a una formación bastante tradicional que todavía está presente en las aulas, aunque ya no esté vigente en los diseños curriculares. Esta geografía tradicional tiene que ver con una formación pensada para la conformación de los Estados nación del siglo XIX. El rol que cumplía la geografía escolar tenía que ver con generar ciudadanos que fueran parte de ese Estado nación y que se identificaran con él, que desarrollaran una identidad vinculada a esa creación, y para eso había que conocer el territorio nacional. Traducido a las clases de geografía, esto tenía que ver con estudiar todo lo que había en el territorio de Argentina. De ahí estas clases de geografía más tradicional, que te hacían aprender todas las montañas de memoria, todos los ríos de memoria, las regiones como si fueran algo natural y no una construcción. Esta idea de un espacio, que sería el territorio argentino, como mero escenario donde ocurrían fenómenos. Sobre todo, fenómenos físico-naturales.


Si nos quedamos con esa geografía, la verdad es que es muy poco lo que se puede pensar desde la ESI. Pero, si pensamos en una geografía escolar renovada, que se viene implementando en Argentina en el período post-dictadura -por supuesto con sus avances y retrocesos, o con mayor o menor grado de implementación- el espacio no es solo un contenedor de fenómenos- Entonces, sí la ESI cobra gran relevancia. Desde esta nueva mirada, en el espacio también se configuran conflictos sociales, reconociendo diferentes grupos sociales o actores sociales que tienen intereses contrapuestos.


En el enfoque de enseñanza de la geografía escolar tradicional, no tiene importancia quiénes es o qué le pasa al estudiante que aprende las montañas y los ríos de memoria: no había nada del afecto puesto ahí. Se trataba de repetir datos de memoria: un conocimiento ya dado e inmodificable. La geografía escolar renovada, en cambio, concibe al conocimiento como algo provisorio, en permanente revisión, puesto que hay discusiones dentro de la ciencia.Dado que la Educación Sexual Integral propone los conocimientos en juego tengan sustento científico, ahí es donde la geografía escolar puede recurrir a esa Geografía de Género, a la geografía de las sexualidades, para plantear contenidos específicos de estas disciplinas en el aula.


¿Cómo se puede implementar la ESI en una clase de geografía? ¿Cuál sería un ejemplo de un contenido de geografía que tenga que ver con la ESI?


Por poner un ejemplo, un tema que se estudia mucho en geografía son las migraciones: los movimientos de grupos poblacionales de un país a otro, una zona rural a urbana o viceversa. En el solo hecho de preguntarse quiénes son las personas que migran, y preguntarlo también en términos de género, hay una primera pregunta que permite abordar la ESI. Generalmente, los materiales de geografía que más circulan cuando se habla de migraciones, van acompañados de una imagen de un varón migrando, de alguien que tiene una expresión de género masculina, y se habla en masculino también, no se habla de las mujeres que migran. Y, sin embargo, quienes más migran desde hace ya 30 o 40 años son las mujeres. Bueno, ¿Por qué están migrando más las mujeres? Generalmente van en busca de mejores condiciones laborales, y consiguen trabajo, aunque sean los peores remunerados, los trabajos más precarios. Pero, comparado con el lugar del que migran consiguen un trabajo que un poco les permite mejorar su calidad de vida. A la vez, se genera un conflicto en el lugar de origen, porque si muchas de ellas tienen hijos a cargo, aparece un poco la figura de la mujer que abandona a la familia, en contraste con el hombre que sale a buscar el trabajo y por eso migra. Entonces, se pueden ensayar distintos puntos de vista con un único tema, como pueden ser las migraciones.


Otro de los temas puede ser el derecho a la ciudad. ¿Quién decide cómo organizamos el espacio urbano? Se puede tomar desde múltiples aristas: ¿Qué ocurre con la movilidad en el transporte, en relación a situaciones de violencia de género en el transporte público? ¿Qué lugares hay que conectar en función de las tareas que cumplimos? Si a las mujeres se nos asignan las tareas de cuidado, vamos a tener recorridos espaciales dentro de las ciudades muy distintos a aquellos que solamente van a trabajar a un determinado lugar y vuelven a su casa. Eso implica movilidades diferentes.


Es muy interesante lo que señalás sobre la inclusión de nuevos interrogantes para el estudio de estos temas en el aula. ¿Y sobre la selección y organización de contenidos? ¿Qué cambios introduciría la enseñanza de la ESI en el marco de esta geografía escolar renovada?

Si pensamos en una geografía escolar renovada, bueno, ahí podemos recurrir a los lineamientos curriculares, a los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios, delineados por el Ministerio de Educación de la Nación. En ellos se abre el juego a que analicemos geográficamente lo que ocurre en los territorios desde diferentes dimensiones: la ambiental, la económica, la cultural, la socio-demográfica.


¿Qué le recomendarías a unx profe de Geografía que quiere incluir la ESI en sus clases?


Le recomendaría que se haga la pregunta “¿Qué tienen que ver la geografía y la ESI? Y que, a partir de esa inquietud, averigüe qué fue dicho sobre esto. Las geografías de género y de la sexualidad tienen un desarrollo importante. Se pueden encontrar videos, artículos, charlas, que ayudan a abrir un poco las ideas de cómo cruzar la ESI y la Geografía.

En segundo lugar, que se anime, haciéndose preguntas como a quiénes se está visibilizando y a quiénes no en tal o cual actividad, o en determinado modo de abordar un contenido. Por caso, si se está pensando en un mundo de diversas identidades de género o solamente en términos binarios, como muchas veces pasa cuando se da demografía a través de pirámides de población.


Preguntarse qué mundo les estoy mostrando a les estudiantes en mis clases de geografía y qué mundo no les estoy mostrando pero sé que existe, hay un buen comienzo. Como docentes de gegrafía tenemos herramientas para poder responder “bueno, sí, la verdad que estoy mostrando que hay hombres y mujeres cis y no estoy mostrando hombres y mujeres trans”. Y allí se abre un camino, si digo “voy a buscar entonces un material que me permita mostrar, no sé, la experiencia espacial de la población travesti trans en el espacio urbano y no solo de las mujeres cuando caminan a la noche y tienen miedo, que es un poco también lo que a veces aparece como primera opción”. Es decir, confiar en las herramientas con las que contamos, e investigar, buscar recursos para pensar las actividades que proponen en el aula.


Y en paralelo a esto, creo que es muy importante una formación específica en ESI o en teoría de género, de las sexualidades. Además, hay debates propios de la educación y la perspectiva de género, que me parece que es importante dominar para poder hacer el cruce de Geografía y ESI.


Creo que es necesario como formarse, sobre todo porque en pocos Profesorados de Geografía se enseña ESI también.


¿Qué materiales existen para ensayar estos cruces entre la enseñanza de la Geografía y la ESI? ¿Qué otros recursos recomendás?


No he encontrado materiales oficiales del Ministerio que resuelvan la urgencia que existe entre los docentes de geografía: “quiero abordar la ESI pero tengo que dar clases mañana, ¿qué hago?” Sí hay una bajada de implementar la ESI de forma transversal y se exige que no quede solamente reducido a una jornada. Pero hay que saber cómo.


Hay geógrafas argentinas que vienen pensando en el tema de la educación y la geografía de género como Mónica Colombara, Leticia Nara García, Brisa Varela. Está bueno que se conozcan, buscar qué dijeron ellas sobre la educación y la geografía, sabiendo que tienen estas perspectivas y ese compromiso político con desarrollar geografías feministas.


Junto con una colega profe de Geografía, Cecilia Mastrolorenzo, escribimos el libro “Geografía y Educación Sexual Integral”, que lo que hace justamente es venir a saldar o a intentar saldar este vacío que encontramos, de propuestas de actividades concretas. Porque los manuales escolares en términos de ESI no nos satisfacían del todo y entonces decíamos “bueno, pero a los docentes que tienen muchas horas de laburo para poder llegar a fin de mes, en concreto necesitan una actividad que al menos sirva de orientación”. Escribimos este libro con propuestas de enseñanza bien concretas, retomando los temas que se enseñan desde la geografía escolar en el nivel secundario. Se lanzó hace unos meses y está teniendo bastante buena repercusión, las docentes lo están llevando al aula y hasta ahora les ha servido. Tal vez ese puede ser un primer material sobre el que después otras docentes puedan armar sus propios libros o sus propias actividades.


El libro está pensado para que el/la docente que dice “hoy voy a hablar de pobreza” tenga un apartado en el libro con actividades y las pueda llevar directo al aula. Es decir, está pensado para que los docentes puedan verlo hoy y llevarlo al aula mañana. El libro cuenta con una introducción más teórica, pero no hay una reflexión teórica escrita, sino más bien actividades en las que se detalla qué contenidos se trabajan tanto de ESI como de geografía.


Es un primer paso, para que otros/as docentes digan “bueno, yo también entonces puedo hacerlo”. O, por qué no, que un día aparezca en unos años una segunda edición con datos actualizados u otras actividades. Así se produce el conocimiento de la geografía escolar: alguien se anima, me pasa una actividad que me gusta pero le doy una vuelta y hago otra actividad. Entonces el libro un poco es eso, propuestas para llevar al aula ya, mañana.


¿Existen grupos de estudio, talleres o capacitaciones más específicas de geografía y ESI o enseñanza de la geografía y ESI para quien quiera profundizar más en el tema?


La geógrafa Mónica Colombrara viene dando un seminario de geografía y género en un Instituto de Formación Docente N°41 de Adrogué, una institución muy grande, en zona Sur, en el Conurbano bonaerense, hace años.


Propuestas formales de geografía y ESI no es lo que abunda. Yo recién este año estoy dando un seminario en el Profesorado y la Licenciatura de la UNTREF. En el Joaquín V. González hace dos años se iba a abrir el concurso para dar ESI en el Profesorado de Geografía. Están las puertas abiertas para que se generen otros espacios.


Existe un Mapa colaborativo de Geografía y Sexualidades que muestra la producción académica pero también la militancia activista, militancia política, de actividades vinculadas a la geografía y género, geografía y sexualidades. Este mapa no refleja redes de investigación pero sí un poco saber qué se está produciendo en diferentes partes del mundo. La idea de ese mapa es que cada persona que escribe un artículo, hace alguna actividad política de estos temas pueda entrar a ese mapa, completar un formulario y aparecer ese puntito en el mapa. Si bien pareciera que ahí sí volvemos a la localización, durante mucho tiempo no aparecimos en los mapas. Entonces, en este caso es una apuesta a hacernos presentes y visibles, también ahí.


***



Magdalena Moreno es Profesora en Enseñanza Media y Superior de Geografía (UBA), Especialista docente en nivel superior en Educación Sexual Integral (ISP JVG) y Doctoranda en Geografía (UBA). Es becaria doctoral del CONICET. Ha publicado artículos científicos sobre Geografía de género y de las sexualidades y ha participado en congresos académicos en diferentes países del mundo. Es docente de seminarios de Geografía y ESI en diferentes instituciones terciarias (ISP JVG)y universitarias (UNTref, UFLO), y capacitadora en ESI para docentes de nivel primario y secundario. Fue docente del curso “Espacios urbanos y perspectiva de género” (Escuela de Maestr@s) y del Seminario de graduación “Geografía del género: el análisis territorial desde una perspectiva de género” (Geografía-FFyL-UBA). Ha desarrollado el "Mapa mundial interactivo de las Geografías de las Sexualidades", junto a Cambalache Cooperativa Geográfica.

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Sol Otranto
Sol Otranto
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